Reflexiones de domingo
Te cuento dos experiencias que son el reflejo perfecto de cómo las decisiones rápidas, impulsadas por las promesas de soluciones “todo en uno” y “sin esfuerzo”, pueden salir más caras a la larga.
Vamos a sumergirnos 👇
La tentación de la “única herramienta” para todo
A esta clienta le sugerí algo básico y efectivo: un plan de Google WorkspaceStarter o Microsoft para empresas por un costo bastante accesible (unos $6 mensuales), porque estas herramientas ofrecen lo esencial para dar estructura y profesionalismo a un negocio en línea. Pero entiendo, y de hecho aprecio, que no haya objetado el precio, sino la complejidad percibida: “¡demasiadas herramientas para usar!”, comentó.
Es algo que escucho seguido, y puedo entender que muchas personas prefieren lo que suena más directo y sencillo.
Entonces, se dejó llevar por un anuncio de una plataforma que prometía ser “la única herramienta que necesitas para lanzar tu negocio en línea”, en un solo tablero, con una oferta de aproximadamente $300 al año. Llamativo, ¿no? Un pago y supuestamente “¡todo listo!”.
La realidad detrás de una plataforma completa
Después de algo más tres meses, regresó a mí porque, aunque sí era completa y tenía múltiples herramientas en un solo lugar, la plataforma requería un esfuerzo significativo para entenderla y ponerla en marcha.
No es que no funcione, sino que para aprovecharla realmente necesitas tiempo y planificación. Y lo entiendo: con mi experiencia, a mí me tomó seis horas estudiar y entender cómo sacarle provecho a todas sus funcionalidades. ¿Y cuánto tiempo toma hacerla operativa? Una semana, por lo menos.
El problema aquí no es solo el tiempo que toma, sino el hecho de que estas herramientas requieren, como cualquier cosa bien hecha, planificación y aprendizaje.
Ese “todo en uno” en realidad significa “todo en uno, si aprendes a usarlo bien”.
Es como usar una navaja suiza para cortar frutas: sí, es completa, pero a lo mejor solo necesitas un buen cuchillo. No inviertas en algo complejo si una herramienta más sencilla puede hacer el trabajo.
A veces, lo básico y bien ejecutado es todo lo que tu negocio necesita para empezar a ver resultados.
Aprender y planificar: los verdaderos aliados en el marketing digital
Mi clienta, como muchas personas, sintió que esta plataforma iba a ser la solución mágica. Pero al final, cuando se dio cuenta de que no era tan directo, tuvo la valentía (y la visión de negocios) de volver a pedirme ayuda.
Y eso se lo reconozco porque, aunque muchos prefieren perder dinero y no admitir que necesitan una mano experta, ella dio ese paso.
Este caso muestra que la “facilidad” y la “complejidad” no están solo en las herramientas, sino también en el trabajo que requiere dominarlas.
Y aquí va el consejo para los pequeños negocios: las herramientas pueden hacer mucho, pero no son una varita mágica. Si quieres lanzar un negocio en línea, lo que necesitas no es una plataforma “completa” (y costosa), sino un sistema claro y práctico que te permita aprender y crecer con un proceso sólido.
El aprendizaje detrás del error
Si algo bueno tuvo esta experiencia, es que mi clienta pudo ver que los atajos en marketing digital no existen.
Esa plataforma “todo en uno” la sigue teniendo, (y la plataforma es muy buena) pero ahora sabe que no hay herramienta que le ahorre la planificación y el esfuerzo necesario para crecer en el entorno digital. Tal vez te permita ahorrar tiempo postproducción; sin embargo, al empezar, invertir tiempo es necesario.
A veces el mejor aprendizaje proviene del error: las herramientas y plataformas más completas pueden ser útiles, pero solo si estamos dispuestos a hacer el trabajo detrás de cámaras para usarlas correctamente.
Por eso, para quien esté empezando: no se trata de encontrar la herramienta perfecta, sino de hacer el trabajo necesario con las herramientas que tengas a la mano.
A veces, empezar por lo simple te permite avanzar más rápido, y cuando llegue el momento de algo más complejo, ya tendrás la experiencia para manejarlo sin frustraciones.
Ese punto es esencial y realmente conecta con la realidad de muchos pequeños negocios. La gente suele ver el éxito de otros en redes sociales, creyendo que existe una especie de “fórmula mágica” o un truco secreto para lograrlo, pero en realidad, el éxito de esos perfiles proviene de todo ese trabajo que ocurre “detrás de cámaras”: la planificación, el aprendizaje constante, y la estructura sólida que no siempre es visible.
La importancia de la preparación:
Te cuento otro caso que ilustra esto perfectamente. Hace un tiempo, un cliente llegó buscando asesoría para crear una tienda en línea para la venta de dotaciones empresariales.
Al empezar a trabajar, nos dimos cuenta de que no tenía definidas cosas básicas como las categorías de sus productos, el control de variantes, ni siquiera sabía lo que era un SKU (código que permite identificar cada producto en inventario), ni había definido su política, envíos, devoluciones o. Esta información, que puede sonar técnica o aburrida, es esencial para que el negocio funcione de manera fluida y eficiente.
Aunque yo me encargue de desarrollar la tienda en línea y de dejarla 100% funcional, los contenidos específicos de estas áreas, como las descripciones de productos (aquí solo haré la adaptación SEO), políticas de envío, precios, y opciones de pago (puedo informarte sobre pasarelas de pago y costos, la elección es tuya), dependen totalmente del dueño del negocio, pues deben reflejar su negocio y adaptarse a lo que quiere ofrecer a sus clientes.
Lo curioso es que, lejos de sentirse frustrado, este cliente estaba feliz de aprender y entender cómo funcionaba el proceso. Porque, aunque para muchos este trabajo detrás de cámaras es invisible, él pudo ver el valor que aportaba tener claridad en cada detalle: desde la forma en que se categoriza cada prenda hasta cómo se presenta cada producto para que las personas lo encuentren fácilmente.
Lo que pocos quieren hacer (o pagar para que se haga)
Aunque es mi trabajo y, de hecho, es por lo que me contratan, hay una realidad que muchos dueños de pequeños negocios evitan enfrentar. El trabajo invisible es el que hace la diferencia entre un negocio digital bien estructurado y uno que simplemente “improvisa”.
Hoy en día, muchos prefieren enfocarse en lo visible y llamativo: la foto bonita, el post viral o la oferta que genera likes. Pero la verdadera magia ocurre cuando te tomas el tiempo de planificar y aprender.
Y, sinceramente, ese es el trabajo que marca la diferencia: definir qué hace único a tu negocio, identificar a quién le hablas, y preparar los recursos técnicos que necesitarás en cada paso.
El valor de este trabajo “invisible” para pequeños negocios
Este trabajo invisible es lo que convierte las aspiraciones en realidad. Es como querer que tu jardín esté lleno de plantas frondosas y saludables sin siquiera preparar la tierra o investigar qué cuidados necesita cada especie. El proceso de planificar es lo que realmente le da a tu negocio las raíces sólidas para crecer.
Al final, cuando un negocio digital está bien estructurado, es como tener un jardín en el que todo florece en el momento adecuado.
Los clientes ven el “resultado” y piensan que es suerte o facilidad, pero los emprendedores que están dispuestos a invertir en planificación y aprendizaje saben que ese éxito es el reflejo de un trabajo previo que, aunque no siempre se ve, es imprescindible.
Por eso, a los dueños de pequeños negocios les digo: si realmente quieren un marketing digital que funcione, no busquen trucos o atajos. Invierte en planificar, conocer tu negocio y aprender las bases, o busca a alguien de confianza que te ayude a hacerlo. Ese trabajo “invisible” es lo que transforma a un negocio en un proyecto con verdadero potencial de éxito.
PARA TU PEQUEÑO NEGOCIO
Te recomiendo ver el primer capítulo de la primera temporada de la serie de National Geographic: Restaurantes en el fin del mundo: Cocina del bosque nuboso panameño: “Rolando y Gabriela tomaron los desafíos de vivir en un lugar remoto y pudieron convertirlos en ventajas. No se trata de tener todos los ingredientes que hay, sino tener lo más fresco de lo que haya, no se trata de tener la cocina más moderna, sino de aprovechar los básicos. Y no se trata de hacer todo a la perfección siempre, sino hacer todo de manera humana.” Kristen Kish, presentadora.
Estas palabras trasladas a tu negocio y empieza a brillar.